Tenemos la obligación de asociar la agricultura canaria con aspectos ambientales y sociales, ya que las ‘muletas’ que nos aporta la Unión Europea son básicas. Estamos hablando del régimen PSOEI y del apoyo a las regiones ultraperiféricas de la UE y sus problemas específicos derivados de la lejanía y la insularidad. Éstos están relacionados con el pequeño tamaño de las explotaciones y la producción de elementos básicos para la alimentación y de los costes derivados de nuestra situación ultraperiférica, que no deben perjudicar la producción local.