sábado, 25 de septiembre de 2021

La lava y la ceniza del volcán de La Palma asfixian el germen de las plataneras.

Artículo de Natalia Vaquero.

https://www.elperiodico.com/es/sociedad/20210925/volcan-palma-12106850

 "Los ‘retoños’ de las matas de plátano, responsables de la próxima cosecha, pueden vivir sin agua varios meses con el alimento que absorben de la planta madre. Con las canalizaciones sepultadas, dañadas o cerrada por precaución, los agricultores temen que las siguientes recolectas sean menos productivas y poco atractivas para los consumidores. Urgen a devolver el regadío en la zona afectada por la erupción, una cicatriz de este a oeste que divide a la Isla en dos."

Catástrofe total. Estas dos palabras resuenan al compás de los rugidos del volcán de La Palma en las cabezas de los agricultores isleños, impotentes y desolados al ver cómo la lava devora viñedos, plantaciones de aguacates y las plataneras que abastecen los fruteros tropicales de toda Europa. La ceniza volcánica empeora aún más el panorama al caer implacable sobre las plantas que asfixia sin piedad. Ni los ‘retoños’ de las plataneras, capaces de aguantar sin agua durante meses y germen de las próximas cosechas, se salvan del apetito destructor de esta erupción. Un atronador bramido de las entrañas de la tierra borra desde el pasado domingo para siempre el mapa de la Isla Bonita.

LA PALMA: EL VOLCÁN MÁS AGRESIVO EN LA HISTORIA DE CANARIAS


En pocos días, el volcán Cumbre Vieja ha puesto de manifiesto una capacidad agresiva hacia la población comparable a los peores en la historia de las islas como fueron el Timanfaya 1730-36, el de Garachico 1706 o Tigalae-o Martín. En apenas cuatro días ha destruido uno de los paisajes agrarios y de población más ricos de Canarias, que fue construido por generaciones de campesinos comparables con las mejores vegas agrícolas y poblacionales de las islas: Arucas, Gáldar, Guía, Valle de La Orotava, Hermigua, Los Sauces, Valle de Güímar, Telde.

sábado, 18 de septiembre de 2021

PARQUES NACIONALES Y EL PLEITO INSULAR

   En estos días nos hablan de una propuesta por parte de los responsables de política ambiental del Gobierno de Canarias para incorporar un nuevo Parque Nacional en Gran Canaria. No tengo nada que objetar sobre los valores de un territorio para tal propuesta ya que las calificaciones que le damos a las cosas son temas humanos. Por ejemplo, aquí llamamos “llanos” a laderas en las que apenas entran las cabras; o “ríos”, “barranco de riachuelo”, “río palmas” a elementos geográficos que carecen de agua para beber los pájaros. O tenemos un palmar sin palmas y un pinar sin pinos.  

sábado, 11 de septiembre de 2021

LAS PAPAS: ¿Cultivo protegido?


En una lectura económico-ambiental de lo que ocurre en Canarias saltan numerosas contradicciones, como la Administración poniendo recursos en asuntos sociales y ambientales pero obviando otros asuntos de primer interés ¿Nos hemos olvidado de los alimentos y espacios protegidos? Aquí y ahora no hablamos de alimentos básicos, de suelo y agua y de los posibles problemas entre lo que demanda nuestro estómago y lo que produce nuestro campo. Claro que hemos de preocuparnos por nuestro medio ambiente, pero no vemos que nadie con responsabilidades políticas escriba una línea valorando el suelo agrícola, los cultivos y la relación de estos con la alimentación de nuestro pueblo.


Debemos hacer una lectura ecoambiental de las papas, los agricultores y la prevención de los incendios. Hace unos días, para suspender la urbanización de Arico (complejo Punta de Abona), se argumentó el papel de la piña de mar, una planta. ¿Conocemos algún caso de razonamiento similar para defender el suelo agrario?

sábado, 4 de septiembre de 2021

La Palma, vientos catabáticos y leyes del diablo


La geografía y la física nos dicen que una masa de aire circulando con velocidad ladera abajo puede crear condiciones desastrosas, como ocurre en el caso del viento de Santa Ana (California), que llaman ‘viento del diablo’ y que es uno de los principales ejemplos de los vientos catabáticos calientes que se producen en nuestro planeta. En La Palma se ha producido una catástrofe ambiental y económica en unas condiciones sociales y geográficas propicias. Solo el horario fue propicio para salvar vidas y no queremos pensar qué hubiera sucedido si la situación se hubiese producido por la noche, con la población en sus viviendas.


Nos hemos olvidado de labrar, podar y retirar vegetación seca antes del ‘40 de mayo’, tanto en El Paso, en Tentiniguada o en Las Tricias. Ahora es combustible lo que antes llamábamos pastos y lo que hace 20 años eran almendros e higueras. Nuestro territorio se ha quedado sin campesinos y eso lo está sufriendo toda la sociedad.