Fue allá por marzo de 2008 cuando el por entonces alcalde de San Juan de la Rambla, Manuel Reyes, firmó y publicó un bando en donde se advertía que debido al “estado de abandono, donde la acumulación de malezas y materia vegetal, por su fácil combustión, puede favorecer la producción y la propagación de incendios” se debería “proceder a su completa limpieza y acondicionamiento, a la mayor brevedad posible, en caso contrario, y con independencia de la responsabilidad en que pudieran incurrir, el ayuntamiento podrá adoptar las medidas de policía y ejecución subsidiaria que legalmente procedan”. Por otro lado, terminaba el bando, “podrán los interesados obtener información acerca de la posibilidad de recibir ayudas para los trabajos de limpieza referidos en este bando”.