Los últimos acontecimientos ponen de manifiesto que hemos manejado un modelo económico cargado de contradicciones. La Covid-19 y la guerra de Rusia y Ucrania nos vienen a demostrar que los alegatos económico-políticos son claramente contradictorios e inaplicables. Y lo que es peor: no somos capaces de reflexionar para corregir los problemas. Los acontecimientos nos van cayendo encima y tratamos de tapar las vías de agua en la embarcación como podemos. Hablamos de limitaciones en la energía, contaminación, cambio climático, costes y dificultades del transporte marítimo y terrestre sin saber bien cómo solucionarlos.