sábado, 13 de noviembre de 2021

LA PALMA: DOS MESES DE DRAMA Y ESPECTÁCULO


La televisión y los medios de comunicación han situado en el mapa de la globalización un territorio “desconocido en el mundo” como La Palma, ya que no era una zona rica en minerales, madera o alimentos, razón por la que se conocen los territorios en África, América Latina y Asia. La Inglaterra Victoriana la situó tímidamente en el mapa gracias a nuestros barcos de vapor, los tomates, plátanos y papas. En los mapas de España estábamos en un recuadro al Sur de las Islas Baleares hasta que el turismo europeo de los últimos 50 años nos situó en los mapas ¿de verdad? Aunque parece que Marruecos ha descubierto nuestro Archipiélago en sus mapas “imperiales”. La Palma, hoy en día, ya es conocida en todo el mundo. 

Volcán, economía y problemas sociales.-

Tenemos la obligación de luchar para corregir que la ruina y destrucción que ha sembrado  el volcán no repita la historia de otros volcanes en Canarias, que obligaron a  los moradores de  los  territorios quemados por la lava a huir la emigración como de hecho ocurrió con los volcanes Martín Tigalate, San Antonio, San Juan y Timanfaya.

En el Teneguía la historia del volcán fue marginal, ya que el canal Barlovento- Fuencaliente mejoró el entorno, puesto que apenas mordió unos secanos deshabitados y se implantaron los regadíos. En Tenerife, el volcán Chinyero obligó a la emigración dado la zona de cultivo mordida por las lavas y la opulencia de los señores que dominaban los territorios del entorno lo que hizo que numerosos campesinos tuvieron que marcharse de la isla.

Cumbre Vieja: Agricultura y población.-

Estamos ante una de las zonas agrarias más dinámicas de Canarias, ya que en los últimos 70 años se habían sorribado en el Valle de Aridane más de 2.000 hectáreas. En 1940 apenas se cultivaban 300 has de platanera y en 1984 había más de 2.300 solo de plátanos. Eso significa un asentamiento de población, con el consiguiente desarrollo de infraestructuras urbanas, comunicaciones, aguas, sanidad y colegios. Se produjo, por tanto, una mejora en la calidad de vida sin precedentes en comparación con el resto del mundo rural en Canarias.

Volcán economía y sociedad en el Siglo XXI.-

La ruptura económico ambiental generada por el volcán requiere un esfuerzo económico cultural. Estamos ante una tragedia, no solo para el Valle de Aridane, sino para todo Canarias, ya que de La Palma parte más del 30% de los fletes de la mercancía que cubre las bodegas de los barcos que nos autoabastecen desde la Península con gran parte de los alimentos. El volcán ha destruido parte de la economía de familias palmeras ¿Es cosa coyuntural? ¿Lo vamos a resolver? ¿Estamos dando pasos correctos? ¿Se están uniendo las entidades exportadoras vinculadas al campo? ¿Serán capaces de ahorrar costos y competir ante la banana y los grandes centros de comercialización de alimentos?

Hemos planteado en otros artículos los temas del suelo, el agua y las infraestructuras. Creo que en estos momentos se están dando pasos positivos y es alentador que se esté empaquetando la fruta en instalaciones de los que eran “adversarios comerciales” hasta el otro día, como ha ocurrido con las Cooperativas Covalle -que se la tragó el volcán- y Volcán de San Juan en las instalaciones de Agusa o en La Prosperidad o en Europlátano. Espero que de aquí salga una mayor solvencia, que tengamos entidades más sólidas y que podamos reducir costes. Se trata de tener entidades más solventes y poder ganar todos respecto a un mercado en el que parte de la distribución se aleja de los productores, incluso ante calamidades como la que siembra el volcán entre los agricultores palmeros. 

Tengo algunos datos que ponen de manifiesto que ‘el dinero rápido en el bolsillo’, es decir, los beneficios a corto plazo, olvidan el trabajo y la solidaridad, tan básica ante situaciones como las que sufrimos en La Palma. Nos cuentan como los consumidores en numerosos puntos de la Península piden plátanos de Canarias con rozaduras del volcán y más caros, mientras algunas cadenas de distribución -con nombre y apellidos por todos conocidas en las islas- bajan el precio a la banana y, lo que es peor, aprietan a la baja a las entidades canarias que comercializan nuestros plátanos ¿Es eso solidaridad? Como he dicho, hemos de hacer un esfuerzo por concentrar las cooperativas y poder competir con mayor solvencia.

Las Administraciones Públicas deben jugar un papel fundamental, poniendo recursos con nombres y apellidos, para sorribar los suelos en las zonas barridas por el volcán y las que han quedado afectadas los cultivos. Las instalaciones y los cultivos están deteriorados y hemos de conseguir que la Seguridad Social aplique unas tarifas a los autónomos y asalariados palmeros que a lo largo del próximo año no tendrán fruta para exportar. Entendemos que es lógica una rebaja y que haya bonificaciones para los trabajadores asalariados o autónomos que han de recuperar las tierras no borradas del mapa por el volcán. Creo que necesitan un año para volver a producir y en esa situación no nos vale solo un alegato de tolerancia para la exportación del plátano con rozadura sino que demandamos las aplicaciones de la Seguridad Social similares a las bonificaciones de las empresas del sector primario como Ceuta y Melilla del 50%.

No es bueno para nuestros pueblos que las promesas se borren cuando se apague el ‘espectáculo’ del volcán que venimos sufriendo en La Palma desde hace más de 50 días. En nuestras manos está revindicar lo que es justo y solidario con un territorio y sus gentes.


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