sábado, 8 de octubre de 2022

¿GRANJAS DE CIGARRONES?

Leemos que la consejería de Agricultura del Gobierno de Canarias aporta 20.000 euros para un plan de investigación para mejorar la alimentación de la ganadería canaria: sopa o puré de insectos cucarachas, grillos y gusanos ¿Que sabemos del plan forrajero de Canarias, algo que fue pedido por los ganaderos y que tenía en marcha el anterior consejero Narvay Quintero? 

Según parece, la consejera de Agricultura le ha pasado a los Cabildos cientos de miles de euros. Sin embargo, en el caso de Tenerife no sabemos de su aplicación. Lo que sí sabemos es que los alimentos importados para nuestra ganadería han incrementado los precios. Así, por ejemplo, una tonelada de alfalfa ha pasado de costar 240 euros en 2021 a 460 euros en 2022. El maíz casi ha doblado su precio y es la tónica habitual con el resto de los alimentos y forraje, por no hablar de lo que ocurre con la alimentación para los humanos.

Nique decir tiene que estamos en un nuevo ciclo económico marcado por la subida del precio de los alimentos en más de un 10% en el último año. Esto viene delimitado por el modelo de vida de una población del planeta, que supera los 8.000millones de personas, y las limitaciones en recursos básicos energía, agua y suelo. En Canarias hemos pasado de 800.000 personas en 1950 a superar ahora los dos millones y de cultivar 2.000 m2 por habitante a situarnos en unos 200 m2. 

Cuando hablamos de sostenibilidad, autoabastecimiento, kilómetro 0 y huella de carbono hemos de mirar como tenemos el mundo rural y leer el paisaje agrario, sobre todo, las medianías regadas por los alisios en las que tenemos tierras que producen alimentos y forraje que hoy están cubiertas de zarzas, cenizos y los matorrales. En los últimos años hemos olvidado el barbecho, el manchón, las legumbres, arvejas, chicharaca, cebada y centeno como forraje para el ganado. Ya no tenemos la rotación de cultivos de antaño, que es tan importante para la estabilidad ambiental del campo, como ocurre en el caso de freno para la polilla guatemalteca y que también es clave para la estabilidad en la semilla de las papas locales, como ocurre con las papas de color en Tenerife.

Antes había amplios espacios en los entornos de las zonas pobladas y las áreas forestales que estaban limpios, lo que era fundamental en la prevención de incendios forestales. Además, el estiércol era clave, sobre todo, en el mantenimiento de la semilla de las papas bonitas, cereales, legumbres, semilla de la tierra, trigo, lentejas y millos. También son importantes los cultivos de exportación, la fertilidad del suelo y la salud de los alimentos, ya que el estiércol demandaba limpieza de los montes para hacer camas para el ganado, generando puestos de trabajo y estabilidad ambiental. Ahora apenas sembramos o plantamos tagasastes, tederas u otras forrajeras que son regadas con agua depuradas. No creo que debamos distraer recursos públicos en preparar sopa o puré de cigarrones. Nos dicen que son ideales para mascotas, con aportes de proteínas de dicha fauna como tema de perjuicio para no alimentar las mascotas con proteínas que compiten con los humanos. 

Señores políticos, los tiempos nos piden que miremos al entorno con otros ojos. Los alimentos, el agotamiento de los suelos, las demandas de población, los temas sociales y la situación de los ganaderos de La Palma nos dicen que estamos en otra épocay  que los campos los hemos de cultivar obligatoriamente porque no nos sobran alimentos. La época de producir etanol con cereales es parte del pasado y los recursos públicos no están para alimentar con puré de cigarrones a nuestras mascotas mientras aportamos al agricultor por labrar una hectárea 150 euros y le pagamos por un kilo de trigo el 50% de lo que cuesta producirlo.

Por otra parte, no se están creando estímulos educativos culturales sobre el campo y los campesinos. ¿Para cuándo una ley de la trashumancia en las islas occidentales?  Las cabras que llevan en Canarias tres o cuatro mil años no son endémicas y no pueden entrar en nuestros montes, pero los muflones y los arruy campan a sus anchas. Cuando la Asociación de Ganaderos de Tenerife (Agate) pide permiso para pastorear en los cortafuegos de la isla en el periodo sin ordeño del ganado, la Administración dice que no. Esa negativa se produce en nombre de un supuesto medioambiente que ignora la historia y al verdadero medioambiente de estas islas. Están separando, olvidando y maltratando a los campesinos de la tierra y ahora apuestan por cuidar al cigarrón para producir proteínas.

Los responsables políticos están pendientes de nuevos estudios sobre puré de grillos y ya solo falta que traigamos salmón ahumado del Canadá para los gatos, mientras nuestros campesinos están en la miseria. ¿Hay dinero público para criar cigarrones? Es el insecto que más daño ha hecho a los campesinos y aquí encargan estudios para no hacer nada. Los campos debemos de sembrarlos y se debe penalizar a los propietarios de las tierras balutas. Hay que poner recursos económicos y dar apoyo para que los jóvenes se incorporen al campo y perciban una remuneración digna, suficiente y que les permita vivir. Es lamentable que los suelos mejor regados de Canarias estén cubiertos de maleza y los ganaderos se estén arruinando sin apoyo de las instituciones públicas.  Necesitamos menos alegatos, menos cigarrones y más compromiso con el trabajo y los campesinos. Cosas veredes, Sancho, que no crederes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario