sábado, 9 de abril de 2022

LLUVIAS DE ABRIL, FANEGAS MIL

Los refranes y la naturaleza son referencia de la vida y de los valores de los pueblos. En un corto periodo de tiempo creíamos que la ciencia y la tecnología podían verter a la escombrera de la historia gran parte de los conocimientos de antaño, de los cultivos y del conocimiento de las semillas y la época de siembra. El santoral está asociado con las actividades agrarias, el laboreo, la escarda, y la poda y con fechas límites para las actividades agrarias y sus fiestas.

Tenemos claro que las lluvias de abril son básicas para la cosecha y tenemos proverbios como: siembra y escarda y espera que Dios valore tu sementera. Desde la época romana se valora el barbecho en la agricultura del cereal y en las lecturas agro-religiosas encontramos a Fray Miguel Agustín con su ‘Libro de los secretos de la agricultura, casa de campo y pastoril’ que dice que Abril sin lluvia, año desgraciado. Yo soy más de lluvias de abril, fanegas mil, que en el fondo viene a significar lo mismo.

En Canarias en los últimos años no hablamos del campo como referencia de presente ni de futuro sino de los supuestos logros del mes pasado por el incremento de 3.000 puestos de trabajo en un territorio con 200.000 parados. Sin embargo, nuestros campos están sin campesinos y no hay relevo generacional. Gran parte de los terrenos en los que sembramos papas en el norte de las islas carecen de gestión y, en consecuencia, son un peligro para el verano. Antes sembrábamos para cultivar no solo por razones productivas, sino también ambientales, tanto en los entornos forestales como en la proximidades de las zonas pobladas.

¿Qué decir de las 3.000 ha en las que cultivábamos tomates que hoy en día están sin actividad? Es un suelo que podíamos cultivar de plantas forrajeras con tres o cuatros cortes al año y que sería clave para la ganadería. Esas tierras hoy se pueden regar con aguas urbanas depuradas, como ocurre en el  sur de Gran Canaria, Tenerife y Fuerteventura. Lo mismo ocurre con las  medianías húmedas del norte de las islas, donde se podrían plantar y sembrar tagasastes o millo y otras especies forrajeras.

Gofio y pan en un contexto internacional.-

Hemos de leer que los alimentos y la energía han sido y son elementos claves en el mundo. La guerra de Ucrania esconde temas de los que no se habla como la gran cantidad de minerales que son claves en los momentos actuales, pero también del grano. 

La URSS fracasó, no solo por una burocracia y un aparato productivo poco eficiente y corrupto, sino también por un campo mal cultivado.  En el periodo 1980-1985, el mayor importador de trigo del mundo fue la URSS, con más de 20 millones de Tm3, seguido  por China y Egipto. Hoy en día, Rusia y Ucrania exportan el 50% del trigo de todo el mundo. En la década de los ochenta, los principales exportadores eran USA, Canadá, Francia, Australia y Argentina, ¿Podía la URSS competir con USA haciendo el pan para sus soldados con trigo norteamericano? 

Ahora entiendo mejor la guerra de Ucrania ¿Hay intereses económicos? Por supuesto, entre los que se encuentran los minerales y el grano largo. Además, las mejoras en la fertilización y en la mecanización y los transgénicos nos hicieron creer que sobraban alimentos y que una parte importante de los cereales los podíamos dedicar a la alimentación de la ganadería. Y encima, en otros casos se siembra y no se recoge o incluso entramos en una guerra interna de la modificación, como ocurre ahora con la guerra de Ucrania donde la Unión Europea da entrada a productos transgénicos -que hasta ahora no se permitían- ante los problemas de abastecimiento. 

En febrero de 1980, el presidente norteamericano Jimmy Carter aplicó un arma verde a la URSS por su intervención en Afganistán: cortó el suministro de trigo. Ahora, 40 años después, esto tiene otra lectura que debemos hacer sobre la producción de trigo para el gofio y el pan que demandamos en Canarias y aunque tenemos serias dificultades para autoabastecernos, sí podemos hacerlo con papas y cultivos de millo en los secanos húmedos de los alisios y regadíos con aguas depuradas. 

Queridos lectores, parece que es razonable pensar que este abril húmedo y bélico nos debe convencer de que el campo y los refraneros son mucho más que algo del pasado al que miran los nostálgicos. Deben hacernos reflexionar sobre cómo hemos de tratar los temas del campo como algo serio porque el gofio, las papas, el pan y los campesinos no son cosas del pasado.

Los responsables políticos educativos en Canarias tienen la obligación de tratar el campo de otra manera para que en el próximo abril lluvioso los campos tengan más siembra, más ilusión y más justicia con los hombres y mujeres del campo. No es serio ni justo pagarle a un ganadero 0,41 euros por un litro de leche o 0,34 euros por un kilo de papas. Y tampoco lo es fomentar un alejamiento social y ambiental con los agricultores en una sociedad que ignora y margina al mundo rural.

El refranero es la expresión resultante de una larga suma y resta de luchas, de éxitos y fracasos en la historia de los pueblos. Debemos ser más humildes y saber que la agricultura y el campo y su gestión son la acumulación de experiencia y sabiduría de los abriles lluviosos, pero también de los meses secos y de las lecciones que se producen en los años buenos y de las miserias de los años malos.

Nuestros jóvenes deben entender que el campo, la agricultura y el  medioambiente son algo mucho más complicado que hablar de derechos y supuestos responsables políticos y que “papá y mamá” Administración gestionan derechos pero con pocas obligaciones.

El paro y las tierras balutas son una bofetada en la que todos tenemos algunos gramos de responsabilidad. Hagamos lo posible porque el próximo abril tengamos más surcos y más ilusiones en el campo canario. Este año no hay fanegas mil y no podemos recoger espigas de lo que no se ha sembrado, pero sí podemos ir trabajando y prepararnos para la próxima siembra y también recordar que “quien siembra vientos, recoge tempestades”. Esperemos que el próximo abril sea mejor, más lluvioso y que los vientos que lleguen de Rusia y Ucrania sean de paz.


No hay comentarios:

Publicar un comentario